domingo, 29 de agosto de 2010

LOS CLAVOS EN LA CERCA

Había un niño que tenía muy mal carácter.....
Un día su Padre le dio una bolsa con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma debería clavar un clavo en la cerca de atrás de la casa. Al otro día el niño ya había clavado 37 clavos en la cerca, pero poco a poco fue calmándose, porqué descubrió que era mucho más fácil controlar su carácter que clavar los clavos en la cerca.
Finalmente llegó el día cuando no perdió la calma para nada y se lo dijo a su Padre; entonces el Papá le sugirió que por cada día que controlara su carácter sacara un clavo de la cerca. Los días pasaron y el joven pudo decirle a su Padre que ya había sacado todos los clavos de la cerca, entonces, el padre lo llevó de la mano a su hijo a la cerca de atrás y le dijo: ”Mira hijo, has hecho bien pero fíjate en todos los agujeros que quedaron en la cerca; ya la cerca nunca será la misma de antes”.
Cuando dices o haces cosas con coraje, dejas una cicatriz como este agujero en la cerca. Es como meterle un cuchillo a alguien, aunque lo vuelvas a sacar, la herida ya quedó hecha. No importa cuántas veces pidas disculpas, la herida está ahí, una herida física es igual a una herida verbal. Los amigos son verdaderas joyas a quienes hay que valorar; ellos te sonríen y te animan a mejorar, te escuchan, comparten una palabra de aliento y siempre tienen su corazón abierto para recibirte.

Demuéstrales a tus amigos cuánto los quieres y siempre trata de controlar los impulsos cuando estés molesto.

No hay comentarios: