domingo, 29 de agosto de 2010

SOLAMENTE UN MILLÓN

Un hombre había decidido que deseaba disfrutar de la vida.
El creía que para eso debía tener suficiente dinero.
Había pensado que no existe el verdadero placer mientras éste deba ser interrumpido por el indeseable hecho de tener que dedicarse a ganar dinero.
Pensó, ya que era tan ordenado, que debía dividir su vida para no distraerse en ninguno de los dos procesos: primero ganaría el dinero y luego disfrutaría de los placeres que deseara.
Evaluó que un millón de dólares sería suficiente para vivir toda la vida tranquila.
El hombre dedicó todo su esfuerzo a producir y acumular riquezas.
Durante años, cada viernes abría su libro de cuentas y sumaba sus bienes.
- Cuando llegue al millón -se dijo- no trabajaré más.Será el momento del goce y la diversión.
No debo permitir que me pase lo de otros –se repetía-, que al llegar al primer millón empiezan a querer otro más.
Y fiel a su duda hizo un enorme cartel que colgó en la pared:SOLAMENTE UN MILLÓN
Pasaron los años.
El hombre sumaba y juntaba.
Cada vez estaba más cerca.
Se relamía anticipando el placer que le esperaba.
Un viernes se sorprendió de sus propios números:La suma daba 999.999,75.
¡Faltaban 25 centavos para el millón!
Casi con desesperación empezó a buscar en cada chaqueta, en cada pantalón, en cada cajón las monedas que faltaban…
No quería tener que aguardar una semana más.
En el último cajón de un armario encontró finalmente los veinticinco centavos deseados.
Se sentó en su escritorio y escribió en números enormes.1.000.000
Satisfecho, cerró sus libros, miró el cartel y se dijo:
-Solamente uno.
Ahora a disfrutar…
En ese momento sonó la puerta.
El hombre no esperaba a nadie.
Sorprendido fue a abrir.
Una mujer vestida de negro con una hoz en la mano le dijo:
-Es tu hora. La muerte había llegado.
-No... –balbuceó el hombre.
-Todavía no… No estoy preparado.
-Es tu hora –repitió La muerte.
-Es que yo… El dinero… El placer…
-Lo siento, es tu hora.
-Por favor, dame aunque sea un año más, yo postergué todo esperando este momento, por favor…
-Lo lamento –dijo La muerte.
-Hagamos un trato –propuso desesperado-: yo he conseguido juntar un millón de dólares, llévate la mitad y dame un año más. ¿Si?
-No.
-Por favor. Llévate 750.000 y dame un mes…
-No hay trato.
-900.000 por una semana.
-No hay trato.
-Hagamos una cosa.
Llévatelo todo pero dame aunque sea un día. Tengo tantas cosas por hacer, tanta gente a la que ver, he postergado tantas palabras… por favor.
-Es tu hora – repitió La muerte, implacable.
El hombre bajó la cabeza resignado.
-¿Tengo unos minutos más? –preguntó.
La muerte miró unos pocos granos de arena en su reloj y dijo: -Si.
El hombre tomó su pluma, un papel de su escritorio y escribió:

Lector.
Quienquiera que seas.
Yo no pude comprar un día de vida con todo mi dinero.
Cuidado con lo hacés con tu tiempo.
Es tu mayor fortuna…

QUE SIGNIFICA SER POBRE

Un padre económicamente acomodado, queriendo que su hijo supiera lo que es ser pobre, lo llevó para que pasara un par de días en el monte con una familia campesina. Pasaron tres días y dos noches en su vivienda de campo. En el automóvil, retornando a la ciudad, el padre preguntó al hijo ¿Qué te pareció la experiencia?
- Buena, contestó el hijo con la mirada puesta a la distancia.
- Y..... ¿qué aprendiste?, insistió el padre.
El hijo contestó: -Que nosotros tenemos un perro y ellos tienen cuatro. Nosotros tenemos una piscina con agua estancada que llega a la mitad del jardín..... y ellos tienen un río sin fin, de agua cristalina, donde hay pececitos, berro y otras bellezas. Que nosotros importamos linternas del Oriente para alumbrar nuestro jardín, mientras que ellos se alumbran con las estrellas y la luna. Nuestro patio llega hasta la cerca...... y el de ellos llega al horizonte. Que nosotros compramos nuestra comida y ellos siembran y cosechan la suya. Nosotros oímos CD’s, ellos escuchan una perpetua sinfonía de zorzales, palomas, cardenales, ranas, sapos y otros animalitos, todo esto aveces dominado por el sonoro canto de un vecino que trabaja su monte.
Nosotros cocinamos con estufa eléctrica, todo lo que ellos comen tiene ese glorioso sabor a fogón de leña. Para protegernos nosotros vivimos rodeados por un muro con alarmas, ellos viven con sus puertas abiertas protegidos por la amistad de sus vecinos. Nosotros vivimos conectados al celular, a la computadora, al televisor, a internet.......ellos, en cambio están “conectados” a la vida, al cielo, al sol, al agua, al verde del monte, a los animales, a sus siembras, a su familia.
El padre quedó impactado por la profundidad de su hijo..... y entonces el hijo terminó: - ¡Gracias papá, por haberme enseñado lo pobre que somos!
Cada día estamos más pobres de espíritu y de apreciación por la naturaleza que son las grandes obras de nuestro Creador. Nos preocupamos por tener, tener, tener más, en vez de preocuparnos por ser.

PENSAMIENTO DEL PADRE PIO

"Llegaré a las puertas del cielo pero no entraré hasta que todos mis hijos espirituales hayan ingresado.”

“Debajo de un hábito se puede esconder una serpiente sumamente venenosa, como también detrás de un humilde traje ciudadano puede ocultarse un Ángel, no sólo de nombre. En ambos casos ignorando con quién tratas ”.

“Lo bueno y lo malo que en la vida hagamos, trasciende al tiempo y tiene repercusión en la eternidad ”.

“No permitas que la triste visión de las injusticias humanas entristezca tu alma, también ellas en los planes divinos tienen su valor. Y un día verás triunfar por encima de ellos la infalible Justicia de Dios”.

“Se me atribuyen milagros, profecías, bilocaciones, estigmatizaciones, etc. Pero yo no fui otra cosa que un indigno instrumento del señor. Sin la lluvia que cae del cielo, la tierra no produce más que cardos y espinas”.

“El Divino Maestro promete el premio, no al que empezó bien sino a aquel que persevera hasta el final. Ved el ejemplo de Judas, que empezó bien, continúo bien, más no perseveró hasta el fin y se perdió. Ten por cierto que si a Dios un alma le es grata, más la pondrá a prueba. Por tanto, ¡Coraje! y adelante siempre.”

“Solo deseo ser un pobre monje que reza ..... Dios ve las manchas también en los ángeles, ¡Cómo verá las mías!. Reza y confía; no te agites. La agitación nada mejora. Dios es misericordioso y escuchará tus oraciones. La oración es nuestra mejor arma, una llave que abre el corazón de Dios. Háblale a Dios más con el corazón que con los labios, en ciertos casos hazlo sólo con el corazón.”

“Las tentaciones contra la fe y la pureza son cosas puestas por Satanás; no le temas, desprécialo. Mientras él aúlle no se apoderó de tu voluntad. No te molestes por lo que te pone a prueba éste ángel rebelde; tu voluntad sea siempre contraria a sus sugerencias y no habrá culpa, sino complacencia de Dios y ganancia para tu alma.”

“¡Que alegría en las batallas espirituales!. Es suficiente saber combatir para tener certeza de victoria. Pon especial cuidado en no desalentarte nunca al verte rodeado por males espirituales. Si Dios permite que tropieces con alguna debilidad, no es para abandonarte, es solo para reafirmar tu humildad y hacerte más atento para el futuro.”

“La ciencia, hijo mío, por más que sea grande es siempre poca cosa; es menos que nada, comparada con el formidable misterio de la divinidad. Hay que transitar otros caminos. Limpia tu corazón de toda pasión terrenal. ¡Humíllate en el polvo y reza!. Así encontrarás con certeza a Dios, que te dará serenidad y paz en esta vida y eterna beatitud en la otra.”

“¿Has visto un campo de trigo maduro?. Verás que algunas espigas son altas y fuertes y otras se doblan hacia el suelo. Toma las altas, las vanidosas y veras que están vacías; en cambio si tomas las bajas, las más humildes, verás que están cargadas de granos. Podrás deducir que la vanidad está vacía.”

“Donde no hay obediencia no hay virtud. Donde no hay virtud no hay bien. Donde no hay bien no hay amor y donde no hay amor no está Dios; si no está Dios no se va al paraíso. Esto forma como una escalera, si falta un peldaño uno se cae.”

“La caridad es la reina de las virtudes. Como el hilo entrelaza las perlas, así la caridad a las otras virtudes; cuando se rompe el hilo caen las perlas. Por eso cuando falta la caridad, las virtudes se pierden. La caridad es la medida con la que el Señor nos juzgará a todos.”

“Si necesitamos paciencia para tolerar las miserias ajenas, más aún debemos soportarnos a nosotros mismos. En tus diarias infidelidades, humíllate, humíllate, humíllate siempre. Cuando el Señor te vea humillado hasta el suelo, te tenderá su mano. Él mismo pensará en atraerte hacia él. Has construido mal; destruye y reconstruye bien.”

“Tienes que amar a Dios. Amor infinito a través mío. Tu me amas porque te encamino hacia el bien y Dios es el Bien Supremo, mientras yo soy sólo el medio que te lleva a Dios. Si yo te llevara hacia Dios y te condujera hacia el mal, tú, no me amarías más.”

Haz el bien siempre. Para que todos puedan decir: “Este es hijo de Cristo”. Jamás pasó por mi mente la idea de una venganza. Recé por los detractores y rezo por ellos. Quizá alguna vez le dije al Señor:“Señor, si para convertirlos es necesario algún fustazo, hazlo, con tal que se salven.”

“No tolero la crítica y la habladuría sobre los hermanos. Es cierto que a veces me divierte aguijonearlos, pero la murmuración me da náuseas. Tenemos tantos defectos que criticarnos a nosotros mismos. ¿Por qué perder tiempo en lo de los hermanos?. !Bendigo a Dios, que por su gracia, otorga santos sentimientos!.”

!!!Cuánta sabiduría han encontrado aquellos que tuvieron la fortuna de encontrarse de rodillas ante el Padre Pío.!!!. A un teólogo que le consultó le dijo: “En los libros se busca a Dios, en la oración se lo encuentra.”

A aquel que le hablaba de los altibajos de la vida interior, le contestaba:
“Si Jesús se manifiesta agradéceselo; si se oculta, agradéceselo también. Todo es un juego de amor”.

A quien el sufrimiento le hacía titubear en la Fe, le respondía:
“El más sublime acto de Fe es el que sube a nuestros labios en la noche, en la inmolación, en el dolor, en el esfuerzo inflexible hacia el bien”.

A un intelectual le hizo ésta reflexión:
“Las cosas humanas necesitan ser conocidas para ser amadas; las divinas necesitan ser amadas para ser conocidas”.

A quien padecía angustia le razonaba:
“Lo importante es caminar con sencillez ante el Señor. No pidas cuentas a Dios, ni le digas jamás:¿Por qué?, Aunque te haga pasar por el desierto. Una sola cosa es necesaria: Estar cerca de Jesús. Si nos cita en la noche no rehusemos las tinieblas”.

A alguien que se hallaba al borde de la desesperación le decía:
“Por muy altas que sean las olas, el Señor es más alto. ¡Espera!..... la calma volverá”.

“El don de la oración está en manos del Salvador. Cuanto más te vacíes de ti mismo, es decir, de tu amor propio y de toda atadura carnal, entrando en la santa humildad, más lo comunicará Dios a tu corazón”.

Un pecador le dijo: ¡Padre, he pecado tanto! y escucho esta contestación del Padre Pío: “Hijo mío, le has costado muy caro a Dios, para que te abandone”.

Al que aflojaba en el camino de la perfección le argumentaba:
“El amor no se esconde sino para fomentar el amor. Jesús no pide imposibles. Dile: ¿Quieres que te ame más? Dame más amor y te ofreceré más amor”.

“Si no hubiera Fe de los hombres te llamarían diosa. Tus ojos resplandecen más que el sol, eres hermosa, Madre, me glorío, ¡Te quiero!
Oye , Madre, yo te quiero más que a todas las criaturas de la tierra y el cielo;..... después de Jesús, es claro; te quiero tanto.
Ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.”
Seamos inmensamente gratos a la Virgen. ¡Ella nos dio a Jesús!.

“El Amor no se esconde sino para fomentar el Amor. Jesús no pide imposibles. Dile: ¿Quieres que te ame más? Dame más Amor y te ofreceré más Amor”.

“En todo pobre está Jesús agonizante; en todo enfermo está Jesús sufriente; en todo enfermo pobre está Jesús dos veces presente ”.

“Casi todos vienen a mí para que les alivie la Cruz; son muy pocos los que se me acercan para que les enseñe a llevarla”.


¡Padre Pío, he pecado tanto!, tengo miedo de perderme.
“Hijo mío, le has costado muy caro a Dios para que te abandone. Ruega, espera, no te inquietes, de nada sirve la inquietud”.

“Esta vida es breve, el premio de lo que se hace en el ejercicio de la Cruz es eterno”.

“Si nos sobreviene alguna languidez de espíritu, corramos a los pies de Jesús en el Sacramento y pongámonos entre los celestes perfumes y seremos, indudablemente, revigorizados”.

“Procurad siempre avanzar cada vez más en el camino de la Perfección y abundad siempre más en la caridad”.

“Las pruebas a las que Dios os somete y os someterá, todas son signos del amor Divino y Perlas para el alma”.

“Señor, haz que me compadezca de los dolores de los demás, sabiendo que en toda existencia, por muy encumbrada que sea, hay siempre infortunios.
Que mi alma se eleve en los momentos de dolor, sabiendo que, si no hubiera sombra, nunca podría resplandecer el sol.
En el fracaso, preserva mi fe.
En el éxito, mantén mi humildad”.

“Si creemos en Dios y al morir comprobamos que no existe, al menos habremos vivido con una hermosa esperanza. Si no creemos en Él y finalmente veremos que existía, lamentaremos habernos perdido el placer de la Fe cuando pasamos por esta vida eterna y además, seremos condenados en la eterna”.

“Todos dicen ¡Ha muerto el Padre Pío!
¿Cómo puede llamarse “muerto” al que ha alcanzado la verdadera vida, la eternidad?
El alma inmortal abandona sus despojos mortales, o sea el cuerpo para gozar de la verdadera felicidad.
Muerto son los que viven alejados de Dios, sin vivir la verdadera vida, esto es, la gracia divina”.

“Hay de aquellos que no conocen bien lo que significa pasar de la tierra a la eternidad”.

“¡Gracias! Señor por mis brazos sanos,
cuando hay tantos mutilados;
por mis ojos perfectos,
cuando hay tantos sin luz;
por esta voz que canta,
cuando hay tantas mudas;
por mis manos que trabajan,
cuando hay tantas que mendigan.
Es maravilloso Señor
tener un lugar donde volver,
cuando hay tantos que no tienen un lugar donde ir.
Es maravilloso Señor, sonreír, amar, soñar,
cuando tantos lloran, tantos odian,
tantos mueren antes de nacer.
¡Es maravilloso, Señor,
tener tan poco para pedir
y tanto para agradecer!”
San Pio de Pietralcina

NO TE RINDAS - Mario Benedetti

No te rindas que la vida es eso,
continuar el viaje,
perseguir tus sueños,
destrabar el tiempo,
correr los escombros,
y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se esconda,
y se calle el viento,
aún hay fuego en tu alma
aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
porque lo has querido y porque te quiero
porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
quitar los cerrojos,
abandonar las murallas que te protegieron,
vivir la vida y aceptar el reto,
recuperar la risa,
ensayar un canto,
bajar la guardia y extender las manos
desplegar las alas
e intentar de nuevo,
celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se ponga y se calle el viento.
Aún hay fuego en tu alma,
aún hay vida en tus sueños
porque cada día es un comienzo nuevo.
PORQUE ESTA ES LA HORA
Y EL MEJOR MOMENTO.
PORQUE NO ESTÁS SOLO,
PORQUE YO TE QUIERO.

Mario Benedetti.

MEDIA COBIJA

Don Roque era ya un anciano cuando murió su esposa, durante largos años había trabajado con ahínco para sacar adelante a su familia.
Su mayor deseo era ver a su hijo convertido en un hombre de bien, respetado por los demás, ya que para lograrlo dedicó su vida y su escasa fortuna. A los 70 años Don Roque se encontraba sin fuerzas, sin esperanzas, solo y lleno de recuerdos. Esperaba que su hijo, brillante profesional, le ofreciera su apoyo y comprensión, pero veía pasar los días sin que este apareciera y decidió por primera vez en su vida pedir un favor a su hijo. Don Roque toco la puerta de la casa donde vivía su hijo con su familia.
Hola Papa¡ ¿Qué milagro que vienes por aquí?
Ya sabes que no me gusta molestarte, pero me siento muy solo, además estoy cansado y viejo.
Pues a nosotros nos da mucho gusto que vengas a visitarnos, ya sabes esta es tu casa
Gracias hijo, sabía que podía contar contigo, pero temía ser un estorbo.
Entonces ¿no te molestaría que me quedara a vivir con ustedes? ¡me siento tan solo¡.
¿Quedarte a vivir aquí?, si......claro......pero no se si estarías a gusto, tu sabes, la casa es chica, mi esposa es muy especial...... y los niños......
Mira hijo, si te causo muchas molestias olvídalo, no te preocupes por mi, alguien me tendera la mano.
No Padre no es eso, solo que......no se me ocurre donde podrías dormir. No puedo sacar a nadie de su cuarto, mis hijos no me lo perdonarían......o solo que no te moleste dormir en el patio?
Dormir en el patio esta bien.
El hijo de Don Roque llamo a su hijo Luis de 12 años.
Dime Papá.
Mira hijo, tu abuelo se quedará a vivir con nosotros. Tráele una cobija para que se tape en la noche.
Si con gusto......¿y donde va a dormir?.
En el patio, no quiere que nos incomodemos por su culpa. Luis subió por la cobija, tomo unas tijeras y la corto en dos. En ese momento llego su Padre.
¿Qué haces Luis? ¿Por qué cortas la manta de tu abuelo?
Sabes Papá, estaba pensando......
En guardar la mitad de la cobija para cuando tu seas viejo y vayas a vivir a mi casa.

UN PADRE MANTIENE A DIEZ HIJOS, PERO DIEZ HIJOS NO MANTIENEN A UN PADRE.

ME GUSTARIA CONTARTE UN CUENTO

Había una vez un hombre que estaba escalando una montaña. Estaba haciendo un escalamiento bastante complicado, una montaña en un lugar donde se había producido una intensa nevada. Él había estado en un refugio esa noche y a la mañana siguiente la nieve había cubierto toda la montaña, lo cual hacía muy difícil la escalada. Pero no había querido volverse atrás así que de todas maneras, con su propio esfuerzo y su coraje siguió trepando y trepando, escalando por esta empinada montaña. Hasta que en un momento determinado, quizás por un mal cálculo, quizás porque la situación era verdaderamente difícil, puso el pico de la estaca para sostener su cuerda de seguridad y se soltó el enganche. El alpinista se desmoronó, empezó a caer a pico por la montaña golpeando salvajemente contra las piedras en medio de una cascada de nieve.Pasó toda la vida por su cabeza y cuando cerró los ojos esperando lo peor, sintió que una soga le pegaba en la cara. Sin llegar a pensar, de un manotazo instintivo se aferró a esa soga. Quizás la soga se había quedado colgada de alguna amarra… si así fuera, podría ser que aguantara el chicotazo y detuviera su caída.Miró hacia arriba pero todo era la ventisca y la nieve cayendo sobre él. Cada segundo parecía un siglo en ese descenso acelerado e interminable. De repente la cuerda pegó el tirón y resistió. El alpinista no podía ver nada pero sabía que por el momento se había salvado. La nieve caía intensamente y él estaba allí, como clavado a su soga, con muchísimo frío, pero colgado de ese pedazo de lino que había impedido que muriera estrellado contra el fondo de la hondonada entre las montañas.Trató de mirar a su alrededor pero no había caso, no se veía nada. Gritó dos o tres veces, pero se dio cuenta de que nadie podía escucharlo. Su posibilidad de salvarse era infinitamente remota; aunque notaran su ausencia nadie podría subir a buscarlo antes de que parara la nevisca y, aun en ese momento, cómo sabrían que el alpinista estaba colgado de algún lugar del barranco.Pensó que si no hacía algo pronto, este sería el fin de su vida.Pero ¿qué hacer?Pensó en escalar la cuerda hacia arriba para tratar de llegar al refugio, pero inmediatamente se dio cuenta de que eso era imposible. De pronto escuchó la voz. Una voz que venía desde su interior que le decía “soltate”. Quizás era la voz de Dios, quizás la voz de su sabiduría interna, quizás la de algún espíritu maligno, quizás una alucinación… y sintió que la voz insistía “soltate… soltate”.Pensó que soltarse significaba morirse en ese momento. Era la forma de parar el martirio. Pensó en la tentación de elegir la muerte para dejar de sufrir. Y como respuesta a la voz se aferró más fuerte todavía. Y la voz insistía “soltate”, “no sufras más”, “es inútil este dolor, soltate”. Y una vez más él se impuso aferrarse más fuerte aun, mientras concientemente se decía que ninguna voz lo iba a convencer de soltar lo que sin lugar a dudas le había salvado la vida. La lucha siguió durante horas pero el alpinista se mantuvo aferrado a lo que pensaba que era su única oportunidad.Cuenta esta leyenda que a la mañana siguiente la patrulla de búsqueda y salvataje encontró al escalador casi muerto. Le quedaba apenas un hilito de vida. Algunos minutos más y el alpinista hubiera muerto congelado, paradójicamente aferrado a su soga… a menos de un metro del suelo.

LOS TRES ANCIANOS

Una mujer salió de su casa y vio a 3 ancianos sentados en la calle.
Y pensó: ”Deben estar hambrientos”. Entonces les dijo:
“Por favor, entren a mi casa y les daré algo de comer”.
Ellos preguntaron: “¿Está el hombre de la casa presente?”
“No” dijo ella, “El está en su trabajo”.
“Entonces no podemos entrar”.
Al anochecer, cuando su esposo llegó a casa, le contó lo que había ocurrido: “Ve a decirles que ya estoy en casa e invítalos a entrar”.
La mujer salió e invitó a los tres hombres.
“Nosotros no entramos a ninguna casa juntos”, contestaron.
“¿Por qué?”, quiso saber la mujer.
Uno de los ancianos señalando a otro de ellos explicó:
“Su nombre es “ABUNDANCIA”, y luego señalando a otro dijo:” Y el es “ÉXITO” y yo soy “AMOR”.
“Ahora entra a tu casa y pregunta a tu esposo a cuál de nosotros quiere invitar”.
La mujer le contó a su esposo lo que le habían dicho.
Ya que este es el caso, invitaremos a Abundancia.... y que llene nuestra casa con abundancia... dijo el esposo.
¿Y por qué no invitamos a Éxito? Le respondió su esposa.
Y así cambiaron ideas hasta que su pequeña hija que estaba escuchando sugirió: “¿No sería mejor invitar a Amor?” Nuestra casa se llenaría de amor.....
“Sigamos el consejo de nuestra hija”, dijeron los dos
“Que Amor sea nuestro invitado”.
La mujer salió y preguntó a los 3 ancianos:
“¿Quién de ustedes es Amor?”
“Por favor entre, es usted nuestro invitado”.
Amor se levantó y empezó a caminar hacia la casa, los otros 2 ancianos se pararon y lo siguieron, sorprendida la señora le preguntó a Abundancia y a Éxito: no es que los tres juntos no podrían entrar, “Si sólo he invitado a Amor..” ¿Por qué vienen ustedes también?
Los ancianos entonces hablaron: “Si hubieras invitado a Abundancia o Éxito, nosotros dos nos hubiéramos quedado afuera, pero como invitaste a Amor, a donde quiera que él vaya vamos nosotros con él”.

“PORQUE SÓLO DONDE HAY UN VERDADERO AMOR PUEDE LLEGAR LA ABUNDANCIA Y EL ÉXITO.”

LOS CLAVOS EN LA CERCA

Había un niño que tenía muy mal carácter.....
Un día su Padre le dio una bolsa con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma debería clavar un clavo en la cerca de atrás de la casa. Al otro día el niño ya había clavado 37 clavos en la cerca, pero poco a poco fue calmándose, porqué descubrió que era mucho más fácil controlar su carácter que clavar los clavos en la cerca.
Finalmente llegó el día cuando no perdió la calma para nada y se lo dijo a su Padre; entonces el Papá le sugirió que por cada día que controlara su carácter sacara un clavo de la cerca. Los días pasaron y el joven pudo decirle a su Padre que ya había sacado todos los clavos de la cerca, entonces, el padre lo llevó de la mano a su hijo a la cerca de atrás y le dijo: ”Mira hijo, has hecho bien pero fíjate en todos los agujeros que quedaron en la cerca; ya la cerca nunca será la misma de antes”.
Cuando dices o haces cosas con coraje, dejas una cicatriz como este agujero en la cerca. Es como meterle un cuchillo a alguien, aunque lo vuelvas a sacar, la herida ya quedó hecha. No importa cuántas veces pidas disculpas, la herida está ahí, una herida física es igual a una herida verbal. Los amigos son verdaderas joyas a quienes hay que valorar; ellos te sonríen y te animan a mejorar, te escuchan, comparten una palabra de aliento y siempre tienen su corazón abierto para recibirte.

Demuéstrales a tus amigos cuánto los quieres y siempre trata de controlar los impulsos cuando estés molesto.

LO QUE CADA UNO POSEE

Una persona perversa resuelve hacer un presente a una persona pobre por su aniversario e irónicamente manda preparar una bandeja llena de basura y desperdicios.
En presencia de todos, manda entregar el presente, que es recibido con alegría por el agasajado.
Gentilmente, el agasajado agradece y pide que lo espere un instante, ya que le gustaría poder retribuir la gentileza.
Tira la basura, lava la bandeja, la cubre de flores, y la devuelve con un papel donde dice:

“CADA UNO DA LO QUE POSEE”.

Así que, no entristezca con la actitud de algunas personas; no pierda su serenidad.
La rabia hace mal a la salud, el rencor daña el hígado y la cólera envenena el corazón.
Domine sus reacciones emotivas.
Sea dueño de si mismo.
No arroje leña en el fuego de su aborrecimiento.
No pierda su calma.
Piense antes de hablar y no ceda a su impulsividad.

“GUARDAR RESENTIMIENTOS ES COMO TOMAR VENENO Y ESPERAR QUE OTRA PERSONA MUERA”.

LE PEDI A DIOS...

Le pedí a Dios que me quitara mi orgullo, y Dios dijo no.
Me dijo que no era algo que Él tuviera que quitarme, sino que yo tenía que entregar.
Le pedí a Dios que me concediera paciencia, y Dios dijo no.
Me dijo que la paciencia es fruto de la adversidad, no se concede, se conquista.
Le pedí a Dios que me diera felicidad, y Dios dijo no.
Me dijo que Él da bendiciones, y la felicidad depende de mí.
Le pedí a Dios que me evitara el dolor, y Dios dijo no.
Me dijo que el dolor y el sufrimiento me apartan de las preocupaciones mundanas, y que me acercan mas a él.
Le pedí a Dios que hiciese crecer mi espíritu, y Dios dijo no.
Me dijo que debo crecer personalmente, pero que él me podaría de vez en cuando.
Le pregunté a Dios si me amaba, y Dios dijo que si, me dijo que sólo debo abrir mis ojos para contemplar la creación, y al agradecer, encontraré su amor.
Le pedí a Dios que me ayudara a amar a otros como él me ama, y Dios dijo : por fin... estás empezando a entender.

LAS TRES REJAS

El joven discípulo de un filósofo sabio llega a casa de éste y le dice:
- Oye, Maestro, un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia …
- ¡Espera! - lo interrumpe el filósofo -, ¿Ya hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?
- Las tres rejas?
- Si. La primera es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto?
- No. Lo oí comentar a unos vecinos.
- Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso que deseas decirme, ¿es bueno para alguien?
- No, en realidad no. Al contrario …
- ¡Ah, vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?
- A decir verdad, no.
- Entonces - dijo el sabio sonriendo -, si no es verdadero, ni bueno, ni necesario, sepultémoslo en el olvido.

LA VENTANA

Había una vez dos hombres, los dos con enfermedades graves, en la misma pequeña habitación de un gran hospital.
Pese a ser una habitación minúscula, tenía una ventana que miraba al mundo.
A uno de los hombres, como parte de su tratamiento, se le permitía sentarse en la cama durante una hora por la tarde (algo relacionado con la extracción de líquido de sus pulmones). Su cama estaba junto a la ventana. Pero el otro hombre debía pasar todo el tiempo acostado boca arriba.
Todas las tardes, cuando el hombre que estaba al lado de la ventana se instalaba para su hora, pasaba el tiempo describiendo lo que veía afuera.
Al parecer la ventana daba a un parque en el que había un lago. En él había patos y cisnes y los chicos se acercaban para arrojarles pan y hacer navegar sus barquitos. Los enamorados caminaban tomados de la mano junto a los árboles y había flores y canteros de césped y juegos. Y al fondo detrás de la hilera de árboles, se veía un espléndido panorama de la ciudad recostada sobre el cielo. El hombre acostado escuchaba las descripciones que le hacía el otro hombre, disfrutando cada minuto. Oía que un chico casi se había caído al lago y que lindas estaban las chicas con sus vestidos de verano. Las descripciones de su amigo, en definitiva, le hacían sentir que prácticamente podía ver lo que pasaba afuera.
Una tarde muy agradable se le ocurrió:
¿Por qué el hombre de la ventana debía tener todo el placer de ver qué pasaba?
¿Por qué no iba a tener él la oportunidad?
Se sintió avergonzado, pero cuanto más trataba de no pensar así, más quería el cambio. Haría cualquier cosa!
Una noche, mientras miraba el techo, el otro hombre se despertó de repente con tos y ahogos y trató desesperadamente de alcanzar el botón para llamar a la enfermera. Pero el hombre lo observó sin moverse, incluso cuando el sonido de la respiración se detuvo.
A la mañana la enfermera encontró al otro hombre muerto y en silencio se llevaron su cadáver.
Cuando lo consideró oportuno, el hombre preguntó si no podían cambiarlo a la cama que estaba al lado de la ventana. Lo trasladaron, lo instalaron y lo pusieron cómodo.
En cuanto se hubieron ido, con dificultad y laboriosamente se incorporó y se asomó por la ventana. En frente había una pared blanca .......¡¡¡¡¡

Muchas veces hacemos daño a gente sin motivo, cuando lo único que tratan es de animarnos y de que veamos la vida de la mejor manera.

HAY QUE DARLO TODO, HASTA QUE DUELA

“Madre Teresa de Calcuta”

LA CARRETA VACIA

Caminaba con mi Padre, cuando de repente él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio, me pregunto:
Además del cantar de los pájaros, ¿Escuchas alguna cosa más?. Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí:
Estoy escuchando el ruido de una carreta.
Eso es hijo - dijo mi Padre - es una carreta vacía.
Pregunté a mi Padre:
¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aún no la vemos?
Entonces mi Padre respondió:
Es muy fácil saber cuando una carreta está vacía, por causa del ruido. Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace.
Me convertí en adulto y hasta hoy, cuando veo a una persona hablando demasiado e interrumpiendo la conversación de todos, intentando imponer sus pensamientos, siendo inoportuna o violenta, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y haciendo de menos a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi Padre diciendo “Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace”.
La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas. Existen personas tan pobres de espíritu, que lo único que tienen es dinero. Y nadie está más vacío que aquel que está lleno de egoísmo.

SOLO HAZLO

Están, los que usan siempre
la misma ropa.
Están los que llevan amuletos.
Los que hacen promesas.
Los que imploran mirando al cielo.
Los que creen en supersticiones.
Y están los que siguen corriendo,
cuando le tiemblan las piernas.
Los que siguen jugando
cuando todo parece perdido.
Como si cada vez fuera la última vez.
Convencidos de que la vida misma
es un desafío.
Sufren,
pero no se quejan,
porque saben que el dolor pasa,
el sudor se seca,
el cansancio termina.
Pero hay algo que nunca desaparecerá:
la satisfacción de haberlo logrado.
En sus cuerpos hay la misma cantidad
de músculos.
En sus venas corre la misma sangre.
Lo que los hace diferentes,
es su espíritu.
La determinación de alcanzar la cima.
Una cima a la que no se llega
superando a los demás.
Sino superándose a uno mismo.

Just Do It – (Solo Hazlo)

EXPERIENCIA

Uno de los deportes tradicionales de Alaska es la tala de árboles.
Un joven que quería convertirse en un gran leñador, oyó hablar del hombre que mejor manejaba el hacha en toda la región y decidió ir a su encuentro.
¿Quiero ser su discípulo, quiero aprender a cortar árboles como usted?
El joven aprendió las lecciones del Maestro y después de algún tiempo creyó haberlo superado. Se sentía más fuerte, más ágil y por ser más joven que su Maestro, estaba seguro de vencer fácilmente al viejo leñador.
Así lo desafío en una competencia de 8 horas para saber cuál de los dos podía cortar más árboles. El Maestro aceptó el desafío, y el joven leñador comenzó a cortar los árboles con entusiasmo y vigor. Entre árbol y árbol miraba a su Maestro, pero la mayor parte de las veces lo veía sentado.
El joven volvía entonces a sus árboles, seguro de vencer y sintiendo pena por el viejo Maestro. Al caer el día, para gran sorpresa del joven, el viejo Maestro había cortado muchos más árboles que él.
¿Cómo puede ser?, se sorprendió. ¡Si casi todas las veces que lo miré, usted estaba descansando!
“No hijo mío, yo no descansaba, estaba afilando mi hacha, esa es la razón por la cual has perdido”

La diferencia entre un hombre y otro, no se encuentra en su fuerza o en su destreza al hacer las cosas, consiste en aprovechar las lecciones de la experiencia.
La naturaleza, decían los antiguos “no avanza a los saltos” y el crecimiento “mucho menos”.
La experiencia no consiste en lo que se ha conseguido, sino en lo que se ha aprendido, porque lo importante no es llegar una vez, con el máximo esfuerzo, sino que lo importante es conocer todos los senderos posibles para llegar siempre a la cima disfrutando del paisaje.

EN EL ANDEN DE LA VIDA

Cuando aquella tarde llegó a la vieja estación, le informaron que el tren en que ella viajaría, se retrasaría aproximadamente una hora. La elegante señora, un poco fastidiada, compró una revista, un paquete de galletas y una botella de agua para pasar el tiempo. Busco un banco en el andén central y se sentó, preparada para la espera.
Mientras ojeaba su revista, un joven se sentó a su lado y comenzó a leer un diario. Imprevistamente, la señora observó como aquel muchacho, sin decir una sola palabra estiraba la mano, agarraba el paquete de galletas, lo abría y comenzaba a comerlas, una a una, despreocupadamente.
La mujer se molestó por esto, no quería ser grosera, pero tampoco dejar pasar aquella situación, o hacer de cuenta que nada había pasado; así que, con un gesto exagerado, tomó el paquete y sacó una galleta, la exhibió frente al joven y se la comió mirándolo fijamente a los ojos.
Como respuesta el joven tomó otra galleta y mirándola, la puso en su boca y sonrió. La señora ya enojada, tomó una nueva galleta y con ostensibles señales de fastidio, volvió a comer otra, manteniendo de nuevo la mirada en el muchacho. El diálogo de miradas y sonrisas continuó entre galleta y galleta, la señora cada vez más irritada y el muchacho cada vez más sonriente.
Finalmente la señora se dio cuenta que en el paquete solo quedaba la última galleta, no podrá ser tan caradura – pensó – mientras miraba alternativamente el joven y al paquete de galletas. Con calma el joven alargó la mano, tomó la última galleta y con mucha suavidad la partió exactamente a la mitad; así, con gesto amoroso, ofreció la última mitad de la galleta a su compañera de banco. “Gracias”, dijo la mujer, tomando con rudeza aquella mitad, “de nada” contestó el joven sonriendo suavemente mientras comía su mitad. Entonces el tren anunció su partida, la señora se levantó furiosa del banco y subió al vagón, al arrancar, desde la ventanilla de asiento vio al muchacho todavía sentado en el andén y pensó, que insolente, que maleducado, que será de nuestro mundo!
Sin dejar de mirar con resentimiento al joven, sintió la boca reseca por el disgusto que aquella situación le había provocado, abrió su bolso para sacar la botella de agua y se quedó totalmente sorprendida cuando encontró dentro de su cartera, su paquete de galletas intacto.

Cuantas veces nuestros prejuicios, nuestras decisiones apresuradas, nos hacen valorar erróneamente a las personas y cometer las peores equivocaciones. Cuantas veces la desconfianza, ya instalada en nosotros hace que juzguemos injustamente a personas y situaciones y sin tener un porqué las encasillamos en ideas preconcebidas, muchas veces tan alejadas de la realidad que se presenta.
Así por no utilizar nuestra capacidad de autocrítica y de observación, perdemos la gracia natural de compartir y enfrentar situaciones, haciendo crecer en nosotros la desconfianza y la preocupación.
Nos inquietamos por acontecimientos que no son reales, que quizás nunca lleguemos a contemplar y nos atormentamos con problemas que tal vez nunca ocurrirán.

Dice un viejo proverbio : “Peleando, juzgando antes de tiempo y alterándose, no se consigue jamás lo suficiente, pero siendo justos, cediendo y observando a los demás, con una simple cuota de serenidad se consigue más de lo que se espera”.

EL MAR

SÁBES POR QUE EL MAR ES TAN GRANDE, TAN INMENSO, TAN PODEROSO?

Porque tiene la humildad de colocarse algunos centímetros debajo de todos los ríos.
Sabiendo recibir, se torno grande.
Si quisiese ser el primero, y estar unos centímetros encima de todos los ríos, no sería mar, sino una isla.
Toda su agua iría para los otros y estaría aislado.
La pérdida es una parte de la vida.
La derrota es una parte de la vida.
La muerte es una parte de la vida.
Es imposible que vivamos sin esto.
Precisamos aprender a perder, a caer, a errar y a morir.
Imposible ganar sin saber perder.
Imposible andar sin saber caer.
Imposible acertar sin saber errar.
Imposible vivir sin saber morir.
Si aprendes a perder, a caer, a errar, nadie mas te podrá controlar.
Porque lo máximo que te podrá suceder es caer, errar y/o perder.
Y esto ya tú lo sabes.

Bien por aquellos que ya aprendieron a recibir con
la misma naturalidad el ganar o el perder …
… el triunfo o la derrota, la vida o la muerte.

DE LA MADRE TERESA DE CALCUTA

¿ Cual es el día más bello ? HOY.

La cosa más fácil ? EQUIVOCARSE.

El obstáculo más grande ? EL MIEDO.

El mayor error ? ABANDONARSE.

La raíz de todos los males ? EL EGOISMO.

La distracción mas bella ? EL TRABAJO.

La peor derrota ? EL DESALIENTO.

Los mayores profesores ? LOS NIÑOS.

La primer necesidad ? COMUNICARSE.

Lo que hace más feliz ? SER ÚTIL A LOS DEMÁS.

El misterio más grande ? LA MUERTE.

El peor defecto ? EL MAL HUMOR.

La persona más peligrosa ? LA MENTIROSA.

El sentimiento más ruin ? EL RENCOR.

El regalo más bello ? EL PERDÓN.

La ruta más rápida ? EL CAMINO CORRECTO.

La sensación más grata ? LA PAZ INTERIOR.

El resguardo más eficaz ? LA SONRISA.

El mejor remedio ? EL OPTIMISMO.

La mayor satisfacción ? EL DEBER CUMPLIDO.

La fuerza más potente ? LA FE.

Las personas más necesarias ? LOS PADRES.

La cosa más bella del mundo ? EL AMOR.

BESOS EN EL AIRE

A menudo aprendemos mucho de nuestros hijos.

Hace algún tiempo, un señor castigó a su hija de tres años por desperdiciar un rollo completo de papel dorado para envolturas. Estaba escaso el dinero y él se puso furioso cuando la niña trató de decorar una caja para ponerla bajo el árbol de Navidad.
A pesar de todo, la pequeña niña le llevó el regalo a su papá a la mañana siguiente y le dijo:

“Esto es para ti, papi”.

Él se sintió avergonzado de su reacción anterior, pero su enojo volvió cuando vio la caja vacía.

Y le gritó:

“No sabes que cuando uno da un regalo se supone que haya algo dentro de él”?

La pequeña niña lo miró con lágrimas en los ojos y le dijo: “Papi, no está vacía, yo tiré muchos besitos en la caja, todos para ti, papito”.

El padre se sintió destrozado. Rodeó con sus brazos a su hijita, comenzó a llorar y le rogó que lo perdonara.

Conservó aquella caja dorada junto a su cama por años.

Cuando se sentía desanimado, sacaba uno de aquellos besos en el aire y recordaba el amor con que una niña los había depositado allí.

sábado, 28 de agosto de 2010

REGLAS DE LA VIDA

Dale a la gente mas de lo que esperan.
Recuerda que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde, no permitas que llegue el momento de perderlo, porque quizás jamás lo recuperes.
Nunca te limites a demostrar lo que sientes, por miedo a ser rechazado o criticado.
Cuando digas: Te amo, siéntelo realmente.
Cuando digas: Perdón, mira los ojos de la persona a la que se lo digas.
Nunca te burles de las lágrimas de los demás.
Cree en el amor a primera vista.
Nunca te rías de los sueños de los demás.
Ama profundamente y apasionadamente. Quizás te van a lastimar, pero es la única norma de vivir la vida por completo.
En desacuerdo, pelea justamente, escucha y respeta la opinión de los otros.
No juzgues gente por sus parientes.
Habla poco y piensa rápido.
Cuando alguien te pregunte algo y no quieras contestarle, sonríe y pregúntale: ¿Por qué quieres saber?
Recuerda que un GRAN AMOR y los GRANDES LOGROS, envuelven GRANDES RIESGOS.
Llama a tu Mamá.
Decir SALUD cada vez que escuches a alguien estornudar.
Recuerda los tres puntos de la R: Respeto por uno mismo, Respeto por los demás; Responsabilidad por todos tus actos.
No dejes que una pequeña discusión arruine una gran amistad, un gran amor, y nunca termines peleado, arregla las cosas aunque no haya sido tu culpa, recuerda que el remordimiento es el peor sentimiento.
Cuando te des cuenta que cometiste un error, trata de dar los pasos más inmediatos que te lleven a arreglarlo.
Valora los sentimientos y no el dinero, porque cuando pierdes el dinero, es seguro que puedas recuperarlo, pero cuando pierdes el amor de otra persona no hay cantidad suficiente que puedas dar para recuperarlo.
Cásate con una persona con la cual te fascine hablar. A medida que te pongas viejo, sus habilidades para conversar van a ser muy importantes.
Pasa algún tiempo solo.
Manteen tus brazos abiertos para los cambios, pero no dejes que se te escapen tus valores.
No seas tan confiado, pero tampoco tan desconfiado, porque la desconfianza generalizada te conduce a la soledad.
Recuerda que hay palabras que duelen más que los golpes y sus heridas son imposibles de curar.
Vive una buena y honrable vida, entonces cuando seas viejo y recuerdes lo que has vivido, vas a poder disfrutarlo por segunda vez.
Confía en Dios.
No seas vengativo, recuerda que la vida misma se encarga de cobrar todo.
No te aferres a ideas, de las cuales no tienes fundamentos sólidos para sustentarlas.
Lee entre las líneas.
Comparte tus conocimientos. Es una buena manera de ganarte la inmortalidad.
Comparte con tus amigos tus problemas, no solo te da tranquilidad, sino que además muchas veces te hacen consciente de tus errores.
Reza. Hay mucho poder en las plegarias.
Nunca interrumpas a alguien cuando té esté halagando.
Métete en tus propios problemas y reflexiona si estas actuando correctamente.
Cuando tengas hijos no les des todo lo que quieran, porque perderán el verdadero valor de las cosas, permite que luchen por conseguirlas, de lo contrario confundirán a una muñeca con una mujer.
Una vez al año, anda a algún lugar donde nunca hayas estado antes.
Si ganas mucha plata, inviértela para ayudar a otros, así vas a sentir lo que es ser verdaderamente rico.
Recuerda que el que más tiene es el que menos lo demuestra, una persona verdaderamente grande no se preocupa por demostrarlo, simplemente lo es.
Recuerda que el mejor noviazgo es aquel en el cual el amor que existe entre los dos es mayor que la necesidad que tienen el uno por el otro.
Juzga tu éxito por lo has tenido que abandonar para llegar a lograrlo.
Trata de tener una estabilidad en tu trabajo, con tu pareja, porque la gente inestable es la que mas sufre.
Recuerda que un hombre, no es el que más mujeres tiene, sino el que puede conservar el amor de una sola.
NUNCA juzgues a alguien sin tener motivos para hacerlo, y cuando lo tengas, primero júzgate a ti mismo.
Aprende a perdonar, porque seguramente algún día tu vas a necesitar que te perdonen.
Valora a la gente que siempre ha estado contigo, y pregúntate ¿por qué lo han hecho?
Cuando lastimes a alguien, pídele perdón, mañana quien sabe si puedas hacerlo.
Y recuerda que todo lo que hagas hoy, va a ser el resultado de tu mañana.

LA VIDA Y UN CUENTO

Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la tierra todos los sentimientos y cualidades de las personas. Cuando EL ABURRIMIENTO había bostezado por tercera vez, LA LOCURA, como siempre tan loca, le propuso:

“Vamos a jugar a los escondidos”; LA INTRIGA levanto la ceja intrigada y LA CURIOSIDAD sin poder contenerse preguntó: A los escondios… y como es eso?

Es un juego, explico LA LOCURA, en que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde el uno hasta un millón, mientras ustedes se esconden y cuando yo haya terminado de contar los buscaré hasta encontrarlos a todos. El primero que yo encuentre ocupa mi lugar para continuar con el juego. EL ENTUSIASMO bailo secundado por LA EUFORIA, LA ALEGRIA dio tantos saltos que termino por convencer a LA DUDA e incluso a LA APATIA a la que nunca le interesa nada. Pero no todos quisieron participar, LA VERDAD prefirió no esconderse para que?, si al final siempre la hallaban y LA SOBERBIA opino que era un juego muy tonto (en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido suya) y LA COBARDIA prefirió no arriesgarse.

Uno, dos, tres… comenzó a contar LA LOCURA.

La primera en esconderse fue LA PEREZA, que como siempre se dejo caer tras la primera piedra en el camino, LA FE subió al cielo y LA ENVIDIA se escondió tras la sombra DEL TRIUNFO que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol mal alto. LA GENEROSIDAD casi no alcanzaba a esconderse porque cada sitio le parecía maravilloso para alguno de sus amigos: Que si un lago cristalino?... ideal para LA BELLEZA; que si la ramita de un árbol?... perfecto para LA TIMIDEZ; que si el vuelo de la mariposa?... lo mejor para LA VOLUPTUOSIDAD, que si una ráfaga de viento?... magnífico para LA LIBERTAD. Así termino por ocultarse en un rayito de sol. EL EGOISMO en cambio encontró un sitio muy bueno desde el principio: ventilado, cómodo… pero solo para el. LA MENTIRA se escondió en el fondo de los océanos (mentira… en realidad se escondió detrás del arco iris) y LA PASIÓN y EL DESEO en el centro de los volcanes.

EL OLVIDO… se me olvidó donde se escondió bueno, pero eso no es lo importante.

Cuando LA LOCURA contaba 999.999, EL AMOR aún no había encontrado sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado. De pronto divisó un rosal y enternecido por su belleza decidió esconderse entre sus flores.

Un millón… contó LA LOCURA y comenzó a buscar…

La primera en aparecer fue LA PEREZA, solo a tres pasos detrás de una piedra. Después se escucho a LA FE discutiendo con Dios en el cielo sobre Zoología y a LA PASIÓN y EL DESEO los sintió en el vibrar de los volcanes.

En un descuido encontró a LA ENVIDIA y, claro, pudo deducir donde estaba EL TRIUNFO, EL EGOISMO no tuvo ni que buscarlo… el solito salió disparando de su escondite, pues éste había resultado ser un nido de avispas.

De tanto caminar sintió sed y al acercarse al lago descubrió a LA BELLEZA y con LA DUDA resultó mas todavía, pues la encontró sentada sobre una cerca sin decidir de que lado esconderse.

Así fue encontrando a todos, AL TALENTO entre la hierba fresca, a LA ANGUSTIA en una oscura cueva, a LA MENTIRA detrás del arco iris (mentira si ella estaba en el fondo del océano) y hasta EL OLVIDO… que ya se había olvidado que estaba jugando a los escondidos.

Pero EL AMOR no aparecía por ningún sitio.

LA LOCURA busco detrás de cada árbol, bajo cada arroyuelo del planeta, en la cima de las montañas y cuando estaba por darse por vencida divisó un rosal y sus rosas…, entonces tomo una ramita espinosa y comenzó a mover las ramas… cuando de pronto un doloroso grito se escuchó, las espinas habían herido en los ojos AL AMOR.

LA LOCURA no sabía que hacer para disculparse: lloró, rogó, imploró, pidió perdón, y hasta le prometió ser su lazarillo.

A partir de entonces, y desde que por primera vez se jugo a las escondidas en la tierra…

EL AMOR ES CIEGO Y LA LOCURA SIEMPRE LO ACOMPAÑA !!!